miércoles, 28 de enero de 2009

Cuando el destino -y la sequía- nos alcanzaron



Esta mañana esuchamos en la radio un anuncio digno de película futurista:

El gobierno federal, a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales anuncia que, en virtud de que las presas del Sistema Cutzamala están muy por debajo de su capacidad promedio en esta época del año, habrá una reducción de caudales al 50% en la mayor parte de la Ciudad de México y la zona conurbada tres días al mes de enero a mayo de 2009.

¡Nos alcanzó el destino! Llevamos años escuchando que es necesario ahorrar agua: evitar su desperdicio en nuestra vida cotidiana, apreciarla como el verdadero tesoro que es, hacer conciencia de que es indispensable para la vida en este planeta, y que no sólo nosotros y los nuestros tenemos derecho a ella.

Pero nadie hacemos caso. Seguimos bañándonos durante horas; lavando los platos con un chorro grosero que dejamos correr durante media hora; dejando la llave abierta mientras nos cepillamos los dientes; lavando el auto con manguera; regando la banqueta en vez de barrerla; seguimos desperdiciando las aguas grises de la casa, en vez de aprovecharlas para regar el jardín o el camellón de la calle; jalando la palanca del sanitario hasta para que se lleve un pañuelo desechable con sus diez litros de agua limpia (o para el caso, seguimos utilizando agua para las instalaciones santiarias cuando ya existen tecnologías ecológicas -baño secos- que ahorrarían infinitos litros de agua y evitarían la contaminación de nuestros mantos freáticos).

A partir de hoy, en esta Ciudad estaremos sin agua tres días. Estamos apanicados aún cuando no es un corte total (en algunas áreas la suspensión será sólo de 10 a 16 horas). Y ahora sí, nos estamos aplicando apartando nuestra agua, utilizando sólo un vasito de agua para el aseo de dientes y cara al despertar, media cubeta para "jalarle" al baño, y compartiendo nuestra agua moderadamente con plantas y animales...

Imagínate cuando la vida sea así. Cuando -como sucede en muchos lugares del mundo y en nuestro propio país-, el agua no llegue directo al grifo de nuestra casa -aunque haya tubería- porque no habrá agua. Imagínate cuando el agua sea privilegio de los ricos -como lo es ya de alguna manera- de forma generalizada. Imagínate cuando para conseguir un garrafón de agua potable necesites invertir una cantidad inaudita de dinero, cuando decir "Quiero un vaso de agua" provoque risas de angustia o de cinismo...

O mejor ¡no te lo imagines! Aprovecha estos momentos de crisis para adquirir nuevos hábitos, para mostrarles a tus hijos que eso de que el agua se puede acabar no es una leyenda, para invitarlos a hacer un esfuerzo conjunto por cuidar mejor de todos nuestros recursos naturales.. empecemos por el agua, ¡por la vida!

Para información u orientación sobre este corte de agua en las zonas cuyo suministro depende del Sistema Cutzamala, puedes comunicarte a Locatel: 5658-1111

2 comentarios:

  1. Nos estamos acabando el hábitat, Doña Lilyan; por cierto ahorita tengo mucha sed.

    Un saludo

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  2. Ajá, estamos viviendo en el futuro!!! Qué sustoooooo!!! Yo me acuerdo mucho de "Amanda, ciérraleeeeee" ... hasta ahora, no le he hecho ni un caso a esa campaña, gracias por insistir :)

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