
Maquillarse puede verse como una forma de enmascararse, de no ser natural. Y en estricto sentido lo es. Pero si es algo que nos hace ver -y sentir- mejor, y además no hace daño a nadie ni pone en peligro nuestra salud, puede ser positivo.*
Todo lo anterior viene a cuento porque, a partir y durante 7 días, participaré en un interesante experimento lanzado por el blog de Rabbit Writte en el que nos invita a, deliberadamente, no utilizar maquillaje durante 7 días y observarnos. ¿Cómo nos sentimos?, ¿qué cambia?, ¿qué reacciones hay a nuestro alrededor si hay alguna?, ¿qué nos pasa internamente con esas reacciones? Rabbit plantea como objetivo, "conocer sus miedos y creencias sobre el maquillaje y su rostro al natural" y nos invita a hacer lo propio.
El experimento atrapó mi atención de inmediato. Un poco porque me encanta eso de andarme autodescubriendo -sigo siendo un misterio para mi misma después de 41 años-, y otro poco porque me pareció un tema original e interesante. Y me permito cerrar con una cita de Writte que engloba el espíritu de esta experiencia: "El maquillaje es genial. Es una poderosa herramienta, una forma de expresarte, de expresar tu estado de ánimo y tu vida interior. Pero cuando no eres capaz de salir sin una gota de maquillaje en el rostro, pierde su brillo."
De manera que aquí iré reportando mis reflexiones y descubrimientos a lo largo de esta experiencia. No se pierdan el artículo original en el blog de Rabbit Writte. Es buenísimo.
*Esto lo menciono porque hay quien justifica ciertos comportamientos, como podría ser el caso de la adicción a la cirugía plástica o de algunos desórdenes alimenticios, con un afán de verse mejor y terminan minando la salud y hasta poniendo en riesgo la vida.
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