Adiós amado 2008, bienvenido 2009.

Adiós y gracias, gracias, gracias 2008. Te estás yendo en estas horas. Desde este balcón te miro partir con tu luz de sol feliz, con tus rayos cálidos, con tu misión cumplida. Te estás yendo, estás muriendo en el tiempo para dar lugar a otro tiempo, a otra era, a otro ciclo alrededor del sol. Te vas y yo sólo quiero decirte gracias. Por lo aprendido, por lo vivido, por lo encontrado, por lo valioso, por los cimientos para el futuro, porque estoy viva para seguir viviendo. ¡Gracias!

Bienvendio 2009. Llegas con un manto tapizado de estrellas sobre mi cabeza. Llegas hecho océano celeste, llegas abrazándome con fuerza con tu inmensidad de futuro en blanco, con tu ausencia de caminos trazados, con tu inocencia intacta. ¡Bienvenido año nuevo! Que mi corazón siga latiendo y dándome vida es un enorme privilegio que agradezco, para vivirte.

Felicidades a todos, amigos que visitan este espacio. Desde Oaxaca, que me acoge amorosa este fin de año, deseo para cada uno de ustedes, que el 2008 se lleve con él las lágrimas y los malos ratos, que conserven sólo lo que vale la pena conservar: todos aquellos recuerdos que hagan a sus ojos y a su boca sonreír. Y que el 2009 sea uno pleno de paz interior, de amor a su alrededor, de salud para ustedes y los suyos, de mucho trabajo remunerado, de éxito... ¡de felicidad!

Un abrazo desde este barrio, ¡el de los cuarenta y sus alrededores!