viernes, 19 de diciembre de 2008

Divagar



Se acerca el fin del año y mi mente divaga. La constante es el cambio, lo hemos dicho antes. Ningún año se escapa en la distancia del tiempo, de ser una cadena de transformaciones. Y sin embargo cada cambio parece el único, el más difícil, el más insufrible, o el más dichoso de todos. ¿No da igual entonces si el cambio me lleva a la derecha o a la izquierda? Si al fin y al cabo luego cambiará de nuevo el viento, el paisaje estelar, y hasta lo que yo siento.

Este año, como todos, fue un año de muchos movimientos; de transiciones internas y externas. De decisiones importantes. De crecimiento. Tengo mucho que agradecer al 2008: mi salud y la de los míos; estar rodeada de amor; la alegría de mis hijos; ¡mucho trabajo interesante, estimulante y remunerado!, haber encontrado, finalmente, la coincidencia entre mi vocación, mi pasión y mi trabajo; haber conocido a gente tan, tan inspiradora a través de mi trabajo; volver a reconocerme cuando me miro al espejo; sentir que me amo; el haber descubierto el gusto por correr y haber vencido el reto; el Coaching, que me llevó de la mano a volver a tocar la felicidad dentro de mí; la invasión abrumadora de las letras y la poesía en mi vida; estar siendo capaz de disfrutar de mi propia compañía. Reencontrarme.

También tengo que dar gracias a lo que partió de mi vida, por las enseñanzas que dejó en mi corazón. ¡Gracias!

Y finalmente, saludo con entusiasmo al horizonte que veo desde aquí acercándose con el 2009: paz, tranquilidad y amor en mi hogar; más salud; más trabajo intenso y apasionante; más ingresos; poesía; un manuscrito vuelto libro; la música del violonchelo que está en espera de que lo retome; más carreras de 10K y mejores tiempos; armonía en mi familia; plenitud.

Mi mente sigue divagando e imagino miles de hoizontes multiformes y multicolores. Divago y sueño con un mañana colorido. Sueño que sueño, pero regreso a casa. Detengo mi mente en este instante y veo que es perfecto. Agradezco.

1 comentario:

  1. Lilyán, espero que esta noche, sea de reencuentros, de paz, de calor de hogar, se que ha sido un año de cambios drásticos en tu vida, todos los cambios, dicen, son buenos, creo que así es, siempre y cuando encontremos el sentido a la vida que se nos presenta.

    Espero de corazón, que esta Navidad te encuentres feliz con la sonrisa de tus hijos, ellos son la fuerza que te mantendrá toda tu vida. Para mi también ha sido un año lleno de cambios, buenos o malos, de batallas perdidas, espero que sean recuperables, con el tiempo he aprendido que las cosas se acomodan en su momento. Hoy le doy gracias a la vida por habernos encontrado de alguna manera, de haber aprendido contigo algunas cosas olvidadas en el cajón de los recuerdos. Este ciberespacio es una caja de sorpresas, de alguna manera gracias al blog hemos encontrado personas con grandes sentimientos, tu eres una de esas personas que he conocido por lo que escribes y comunicas.

    Me alegra mucho ver que has vuelto a correr, recuerda que es un buen ejercicio físico, correr de los sentimientos no es bueno, dejarlos estáticos a veces es bueno. Por favor sigue siendo esa niña que aún se sorprende en los conciertos, en las ferias de libros, en cada amanecer.

    Que tengas una feliz, muy feliz Navidad.

    Saludos y un gran abrazo, Menospausas

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