martes, 3 de febrero de 2009

Predicción: un futuro deslibrado -¿o no?-

Exposición Las líneas de la mano, en el Museo de Arte Contemporáneo, UNAM

Una vez más se me vino abajo mi sueño de siempre: tener una librería. Ahora sí estaba muy animada. La había visualizado perfecto, incluídos los sofás naranjas, indispensables en cualquier negocio familiar. Sabina estaría a cargo de orientar a los niños clientes sobre las lecturas más adecuadas para ellos; también leería cuentos para los más pequeños. Y, por supuesto, cobraría sus ventas para asegurarse de que sus comisiones fueran las justas. Pensábamos también tener una pequeña cafetería con internet inalámbrico, y el área de talleres de mis sueños (para ofrecer talleres de creación literaria o un espacio para círculos de lectura). La decoración sería lúdica, colorida, alegre y moderna. Y el lugar irradiaría el gozo inherente al descubrimiento de los infinitos universos que inventan en cada hoja las letras. A nuestro alrededor provocaríamos toda suerte de eventos culturales -conciertos, recitales, lecturas, exposiciones- para atraer al público, principalmente infantil.

Pero no. Resulta que el experto en librerías al que consultamos, un señor muy serio y exitoso en esto de vender libros, de plano dijo: "Cambien de giro". Resulta que en este país los libros no son un negocio (nada nuevo), y que con la crisis económica que enfrentamos hoy día, hasta las cadenas de librerías más grandes están viéndoselas negras y reduciendo considerablemente sus áreas de literatura infantil.

¡Es una desgracia! Más allá de las ganas que me dan de tirarme al drama al ver mi librería desvanecerse antes de haber sido una realidad, es una verdadera desgracia que en México los niños estén tan "deslibrados". Y que, ante la crisis, los libros -con su precio único- pasen a ser un artículo de lujo prescindible para la mayoría. ¿Cuándo y cómo vamos a transformar a nuestro país si seguimos siendo un pueblo analfabeta? Los países que tras algún tipo de crisis que los ha devastado se levantan y salen adelante en las peores circusntancias (i.e., Japón, Alemania, Irlanda), lo han hecho gracias a que su población contaba con esa invaluable característica: educación.

Y aquí... el futuro a la vista está desierto de libros, ¡especialmente de libros para niños! ¡Qué desgracia!

Me imagino que entre las opciones viables de negocio dirigidos a niños es más fácil que se encuentre un local de "Chispas", esos lugares que pululan, donde los jóvenes clientes gastan sus monedas en juegos electrónicos que simulan peleas, guerras y carreras de fórmula uno. ¡No me hace sentir muy optimista!

Pero nos rehusamos a terminar así este día. Tal vez los grandes consorcios decidan cambiar su giro de "cultura" a "consumo". Pero no por eso vamos a soltar nuestros sueños. Finalmente, como dice Mane, si el país no promueve la cultura, tendremos que hacerlo nosotros desde abajo, desde las bases. Y si para ello tenemos que tener otra fuente de ingreso principal, ¡pues eso haremos! Para luego volvernos "Promotores Culturales"... y ésta, ¡va por ti Mane!

Seguiremos caminando en ese rumbo... aunque tengamos que empezar con una carretita jalada por un burro. ¡Cómo de que no!

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Lo que dicen los expertos sobre las malas noticias
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REFLEXIONES PARA CRECER
Lo que muchas veces parece una mala noticia puede convertirse en una oportunidad para adentrarnos en nosotros mismos y salir fortalecidos.

Preguntas clave
Ante cualquier acontecimiento extraordinario -ya sea positivo o negativo-, podemos hacernos, con total sinceridad, las siguientes preguntas:
  • ¿Qué puedo aprender de esta situación?
  • ¿Qué desafíos me plantea?
  • ¿En qué me beneficia?
  • ¿Qué aspectos de mi personalidad voy a desarrollar gracias a este aconteciiento?
  • ¿En qué seré diferente o qué cambios podré realizar a partir de este momento?
Estas preguntas tienen la facultad de situarnos en un estado de ánimo positivo y encararnos hacia la mejora. Pueden parecer banales, pero hacérnoslas nos asegura que el abatimiento no durará demasiado tiempo y que aprenderemos las lecciones que la situación ofrece. Los expertos en motivación han acuñado un término para designar esta actitud que caracteriza a las personas que reaccionan positivamente ante lo que les sucede, sea bueno o malo: la proactividad.  Ser proactivo es tomar la iniciativa, actuar antes que dejarse llevar por las circunstancias y dirigirse decididamente hacia la propia felicidad.

Extracto del artículo "Reflexiones para Crecer"
Por Conchita Rodríguez Franco
Autora de Coaching para mujeres
(en la revsita Mente Sana, de Jorge Bucay, No. 37)


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