La conquista de una misma es una tarea ineludible, que habrá de presentarse como reto renovado, aunque sean necesarias infinitas vidas, hasta lograrla. Hoy no me siento especialmente guerrera. Hoy me cayó encima un ejército enemigo que parece infranqueable, inmune a mis dagas: la nostalgia. Estoy pensando seriamente en hacerme su amiga, en definitiva han sido una compañía bastante constante en mi vida, en las buenas y en las malas, como los buenos esposos.
Aunque, dejando a un lado la ironía, preferiría mil veces divorciarme de manera irrevocable de su hipnótica presencia. Hoy, cosa rara, tengo ganas de estar sola y en silencio. Y me dedico a mi misma esta hermosa oración:
lunes, 15 de junio de 2009
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