¡Qué deleite es estar entre la fauna de uno! ¡Qué deleite mirar alrededor y encontrarte con otros iguales! Esta tarde estuve fascinada mirándome en otros. Tuve mi sesión de un taller de creación literaria para niños al que asisto semanalmente. Como en otras ocasiones, realizamos un ejercicio para incentivar la creatividad. Se trataba de tomar, al azar, una frase que inspirara un texto improvisado a realizar en 10 minutos. La música new age que nos acompañaba era muy inspiradora, y mi texto fluyó como agua de un río... Antes de que terminara el tiempo designado, puse mi punto final. Y me encontré rodeada de hombres y mujeres atrapando palabras en el aire... Fue fascinante. Pares de ojos clavados en papel rayado; bocas musitando palabras escritas; ceños fruncidos, relajados, exprimiendo metáforas y versos; letras danzarinas haciendo remolinos en torno a cada uno; cuadernos repletos de fantasía tachoneada, de imágenes hermosas hechas párrafo; corazones latiendo al encuentro de un sueño hecho tinta...
Luego, todos leyeron. Cada texto tenía su propio encanto, cada mente había plasmado su aventura hecha río de oraciones hiladas. Me sentí como habiendo encontrado por fin una tribu perdida. Me sentí en mis zapatos, en mi puerto, en mi hogar...
Amo saber que existimos tantos seres conquistando el lenguaje.
Lilyán, que rica sensación!!! Las veces que yo he tenido la fortuna de sentirla las más de las veces me identifico con la gente en la tristeza, que lindo lo que te sucedió. Un abrazo...
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