Con esta frase comencé mi día, y me ha acompañado a lo largo de todas estas horas. Me ha dado mucha paz. Miro mi jardín bajo este cielo nublado, y hasta me gusta el gris de la tarde... Escucho el sonido de las enormes hojas de la palmera vecina que se asoma por encima de mi barda danzando al viento, y siento que es un arrullo regalado por el cielo. Observo el suave movimiento de los carrizos de mi móvil, su tintineo alegre, juguetón, y simplemente sonrío.
Me falta mucho por hacer para quedar instalada. En este proceso de transición, el cuidado de mi hijo se ha complicado, debe adaptarse a su nueva nana, y no es una tarea fácil. De manera que mi trabajo está en pausa. No puedo sentarme a trabajar con Renato demandando toda mi atención. Por la noche termino exhausta. Pero no estoy estresada. Hablé con mis clientes y les expliqué la situación. Necesito unas semanas para asentar aquí nuestra vida y retomar el paso laboral de nuevo. Ya falta menos.
Hoy, me siento tan en paz que tengo ganas de mojarme bajo la suave brisa de esta lluvia de plateado atardecer... Hoy, he conducido mi pasos con calma. ¡Gracias por la inspiración!
Me encantó....
ResponderEliminarGracias por compartirlo!