lunes, 24 de noviembre de 2008

El cambio



¿Por qué se considera un fracaso el término de una relación? Si todo es cambiante, incluyendo por supuesto a los seres humanos, si cada día que pasa vamos evolucionando, transformándonos, ¿no tiene lógica que a veces vayamos separando nuestros caminos aunque en algún momento hayamos llegado a pensar que iríamos de la mano eternamente? ¿De dónde sacamos la idea de que vamos a poder crecer o transformarnos de manera paralela, con lo complejos que somos como individuos? ¿Por qué nadie nos prepara para soltar una relación cuando ésta deja de estar en sincronía, con humildad y generosidad para uno mismo y para el otro?

La vida sería mucho más feliz para todos si dejáramos de mirarnos como entes estáticos e hiciéramos más conciente que, ser un humano, implica un permanente estado de cambio, y que éste a veces  nos conduce por caminos distintos a los seres que nos acompañan en la vida, y que hay que estar listos para decir adiós a las relaciones que ya no funcionan, sin sentirnos fracasados o infelices. Para cuando uno decide la ruptura de una relación, es que ya lleva un buen período de tiempo tratando de caminar juntos sin éxito, tropezándose el uno con el otro, o de plano que ha tomado caminos distintos y ha dejado de acompañarse. ¿Por qué entonces se vuelve de repente algo tan difícil de asimilar?

Quisiera que alguien me hubiera enseñado que decir adiós no es terrible. Me habría gustado aprender desde niña que todo cambia y se transforma a cada momento, que la vida es una sucesión de ciclos que terminan, que es sano, saludable y honesto soltar lo que ya no es de uno, lo que ya no le pertenece, lo que ya no le funciona, lo que no le hace feliz. Que alguien me hubiera hecho notar que cuando cierras un capítulo sucede algo maravilloso: puede comenzar otro. Y que comenzar un capítulo implica libertad de elección ante miles de posibilidades para construirlo. Que cada capítulo cerrado trae consigo experiencia, aprendizaje, recuerdos memorables que atesorar (siempre, por más malo que haya sido el capítulo), y muchas cosas por las cuales sentirse agradecido.

Hoy quiero creer que decir adiós -desde circunstancias sencillas como despedirse en un andén de alguien que parte de viaje, hasta despedirse de una relación de pareja, de una amistad que no funciona más, o de un ser amado que muere-, puede ser más sencillo y menos doloroso. Al final, como escuché decir muchas veces a mi Lama, Tony Karam, lo único seguro que hay en la vida es el cambio.


4 comentarios:

  1. Hola, es Maravilloso como con tantas palabras sensillas transmitis Tanto, Tanto, Tanto....Te leo siempre xq estoy en los cuarenta y sus alrededores, ojala que tus palabras nunca se acaben y que me sigan permitiendo ver que el "CAMBIO" es lo mejor que me puede suceder en esta vida.......Maria

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  2. María,

    Agradezco mucho tus palabras, y me siento privilegiada de saber que las mías tocan tu corazón. También me encanta saber que visitas a menudo este espacio que amo y que me permite expresarme, opinar y compartir lo que pienso y siento para aclararme a mi misma. Cuando de paso, mis reflexiones y debates internos llegan a otros y les permiten reconocerse en este espejo, me siento llena de dicha.

    Gracias por dejarme tu comentario. Me haces sentirme acompañada en este viaje de preguntas y descubrimientos que es la vida.

    Un abrazo.

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  3. Hola Lilyan, leí con agrado tu artículo, como siempre. Me puse a pensar en las veces que he escuchado a mujeres decir que han fracasado, o peor aún “perdí mi tiempo”, nada de esto es verdad, ninguna relación es un fracaso ni mucho menos te hace perder el tiempo, me agrada la manera en que lo abordaste, al final no es un fracaso el decir Adiós a un relación, se termina pero deja cosas buenas, lo que aprendimos de nosotros mismos, lo que nos dio para crecer como personas.

    No hay libros, ni escuelas, ni consejos para decir adiós a ninguna persona que pasa por nuestras vidas, al igual que no existe un manual para ser padre o madre, uno mismo, poco a poco, sí tiene los ojos y el corazón muy abiertos, sabrá como decir adiós a las personas que pasan por nuestra vida, solo recuerda que las personas que viajan con nosotros en el tren se bajan en alguna estación, pero lo importante es el camino que recorrieron con nosotros, lo que aprendimos de nosotras en ese trayecto.

    Cuando leo tus artículos, me pongo a pensar en los lutos guardados por mis perdidas, ese ir y venir lleno de contradicciones diarias, me veo a mi, en un pasado, diciendo adiós, adiós a alguna pareja o a un ser amado que murió, algún amigo que dejo de serlo porque al final así debería de ser. Y pienso en las cosas que me repetía a mi misma en ese proceso, unos días malos, otros peores y otros mejores, pero al final y como me dice una amiga, sale el Ave Fénix que llevo en mí, ese mismo que seguramente tenemos todos los seres humanos.

    Tienes algo muy bueno, y es que te gusta escribir, ayuda a sacar los sentimientos y los resentimientos, te leo con gusto porque se que yo he pasado por el mismo camino que tú, al igual que millones de mujeres en el mundo. Yo siempre pensé que había dos cosas que me podían hacer estar deprimida, la muerte y la perdida de un amigo, más que la perdida de una pareja, pues bien las dos cosas me han pasado, y sí me he deprimido, pero de cada una de esas depresiones por las perdidas, he salido adelante, y con una enseñanza, la cual trato de recordar día a día.

    Espero que tu día, el de hoy sea como la luna que has visto por tu venta, llena de sonrisas, y mañana de nuevo sea así, y que cada día sepas que tienes personas que leemos lo que te pasa, porque nos sentimos identificadas, cada persona tiene su forma de asimilar el Adiós, pero al final lo importante es no estar enojado con lo que “hubieras”, recuerda que esa palabra no existe, y yo creo que tu has hecho muchas cosas por ti y para ti como ser humano, mamá, hija y pareja. Lo que des ahora se reflejara mañana en tus hijos, al igual que se refleja lo que fue tu mamá para ti y ahora se refleja en ti.

    Saludos y un fuerte abrazo (cibernético)

    Menospausas

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  4. Lilyán... gran tema ese del cambio. A mi me gusta mucho que las cosas cambien y me da miedo al mismo tiempo. Y fijate que el otro día ví el comienzo del capítulo de una caricatura que se llamaba "LAS DESPEDIDAS SON DIFICILES" y me dió mucha tristeza pensar en los niñitos que la estaban viendo y cómo esa "consigna" se va a quedar en sus cabecitas quien sabe por cuanto tiempo, ojalá tengan papás sensibles y sabios ....

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