miércoles, 3 de junio de 2009

Tango alone: viva la diferencia



Es un enorme lujo tener la oportunidad de adentrarse en otra cultura... un espectáculo como el de hoy, me la ofreció generosamente. Me felicito porque hoy fui al Homenaje a Joaquín Cordero, organizado por la Academia Mexicana del Tango, contradiciendo mi impulso retrógrada de no ir, por no asistir sola. Ya saben, esto tan tonto de decir no voy, porque no tengo con quien ir. Pero moría de ganas por verlo, así que me agarré de una oreja, y me llevé a rastras a mi misma.

¡Qué gran acierto! Fue un programa increíble. El Teatro María Teresa Montoya a reventar, tantos argentinos, como mexicanos. Gente mayor y gente joven. Todos absortos con el espectáculo. Hubo de todo. Poesía, canto, tango y milonga. De Gagliardi a Borges; de Discépolo a Piazzola. La coreografía, como era de esperarse, sensualísima, intensa, elegante... ¡una belleza!

Un gaucho que nos ofreció un espectáculo de percusiones y boleadoras. El hombre estaba en trance, los cordones de las boleadoras lo envolvían por todo el cuerpo, como en una espiral que no se decidía a abandonarlo subiendo hacia su cabeza, o a extinguirse en el piso, a sus pies. Hizo lo mismo prendiéndoles fuego... la espiral se volvió un disco azulado y rojizo, verdaderamente hipnotizante.

Esther Soler (mi maestra de Tango), interpretó varias canciones con un estilo audaz, pícaro y provocativo. Me llevé una gratísima sorpresa. Esta mujer que siempre nos muestra su carácter en clase, atrapó a todo el auditorio con su encanto y su porte en el escenario, incluída una joyita clásica del cine argentino: Se dice de mi. No volveré a verla igual en clase... ahora ¡va a intimidarme aún más! Pero también ahora, la admiro más.

Y de regalo, el poema El Tango de Jorge Luis Borges, con su belleza y sabiduría:
hecho de polvo y tiempo, el hombre dura menos que la liviana melodía, que sólo es tiempo
Muchos en el teatro lloraban de nostalgia por la tierra amada y lejana... Es duro vivir lejos de lo que es de uno. A veces, la globalización nos da la impresión de que es lo mismo estar aquí o allá... al fin, cada vez más, las ciudades se parecen: franquicias hechas en serie pueden darnos la ilusión de que paseamos por nuestro barrio, cuando en realidad estamos del otro lado del mundo. Pero son justo este tipo de experiencias, las que nos acercan a las peculiaridades de cada cultura, a la esencia, a aquello que habita el corazón de quienes ahí viven, lo que nos recuerda que no, no es lo mismo aquí que allá. Nos hace reconocer el arraigo y la nostalgia que parecían olvidados tras los años lejos.. nos hace reconocernos distintos, especiales, únicos. ¡Y qué bueno que así sea! Este mundo es la hermosura que es, gracias a la diversidad que le caracteriza. ¡Viva la diferencia!

Aqui les comparto la canción con que lloramos mi vecina de butaca y yo. Ella, de nostalgia; yo sólo por el gusto de llorar:


No hay comentarios:

Publicar un comentario

www.loscuarentaysusalrededores.blogspot.com's Fan Box

¡Ayúdanos a llegar a la meta de El Semillón!

¡Ayúdanos a llegar a la meta de El Semillón!
Apoya a otras mujeres con sus proyectos: conviértete en donante de Semillas.