Este ha sido un año bueno y generoso: creé oportunidades que no me había dado antes, tuve miedo, y de todas formas fui por ellas, me sentí satisfecha, valiente, realizada. Es emocionante seguir viviendo, seguir conquistando pequeños pasos que me parecen grandes, y ver el límite de lo que creo que puedo hacer recorriéndose más y más hacia el horizonte. Hoy solo tengo ganas de agradecer, y sonreír es de las mejores maneras que conozco para hacerlo.
Y aquí seguimos, en este barrio tan rico y disfrutable... desde los 46 recién cumplidos, reportando para los cuarenta y sus alrededores, Lilyán de la Vega.
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